Transforma tu vida descubriendo tu esencia.
En algún momento de tu vida, es posible que te hayas descubierto a ti mismo tratando de complacer a los demás. Todos tratamos de hacer más felices a las personas que amamos, pero a veces, esta búsqueda puede llevarnos a una delgada línea donde nos perdemos a nosotros mismos.
La pregunta más importante que debes hacerte es: ¿te atreves a ser tú mismo por encima de los deseos de los demás? Es posible que, sin darte cuenta, pases más tiempo preocupándote por el qué dirán que siendo auténtico y mostrando tu esencia. Detrás de esta fachada, se esconde un tremendo miedo al rechazo y a no ser aceptado, lo que puede llevarnos a vivir una vida evitando a toda costa mostrar nuestra verdadera identidad.
Recorrer este camino sin detenernos a pensar si estamos siendo fieles a nosotros mismos puede resultar agotador y, al mismo tiempo, dejarnos con una profunda tristeza. Es hora de evitar llegar al límite del colapso o perder por completo nuestra esencia, algo que prácticamente es imposible.
Tomar las riendas de tu vida: el primer paso para atreverte a ser tú mismo
Si hay un momento que marcará un antes y un después en tu vida, es cuando respondas algunas de las cuestiones más complicadas de tu existencia: ¿estás donde quieres estar?, ¿te sientes feliz con tu vida?, ¿sigues tus sueños?, ¿haces lo que sientes o solo lo que crees que debes hacer? Responder a estas preguntas puede llevar tiempo, pero te ayudará a tomar dirección en tu día a día y acercarte a la persona que realmente eres. Descubrir que tus respuestas no te gustan es uno de los pasos más dolorosos, pero necesarios para el cambio. Ha llegado el momento de volver a conectar contigo mismo.
¿Cómo ser tú mismo/a?
El arte de atreverse a ser quien realmente eres es un ejercicio que requiere amor y aceptación hacia ti mismo. Esto te convierte en una persona única, con mayor conciencia y capacidad para relacionarte con los demás. A partir de este momento, lo más importante para ti será no volver a perder tu autenticidad. Por eso, es fundamental que empieces a atreverte a ser la persona que eres:
Valora tu punto de vista: Si has pasado mucho tiempo haciendo caso de opiniones ajenas o valorando estas por encima de tu propio criterio, necesitarás recuperar la confianza en ti mismo. El primer paso para validarte como persona es valorar tus opiniones y decisiones. Es momento de empoderarte y recuperar tu poder interior. Tus ideas son tan válidas como las del resto de las personas de tu entorno. No tengas miedo de expresarlas.
Comunica de manera asertiva, contigo y con los demás: El diálogo que mantienes contigo mismo es el más importante en tu vida. Escucha bien lo que te dices, ya que será lo que proyectes a los demás, consciente o inconscientemente. Si no te escuchas a ti mismo/a, es difícil que puedas saber cuál es tu punto de vista para poder mantenerlo. Expresar de manera adecuada lo que piensas y sientes hará que el resto de las personas te conozcan mejor. No subestimes este ejercicio, ya que no comunicar con sinceridad lo que sucede en tu interior te deja lleno de dudas, inseguridades y resentimiento. Sé tú mismo/a.
Responsabilízate de tus actos: Tomar las riendas de tu propia vida tiene mucho que ver con hacerte responsable de tus acciones. Llega un momento en el que es preciso dejar de poner tu felicidad y bienestar en manos de los demás. Esto implica que te harás responsable de tus acciones y decisiones. Se trata de asumir con fuerza el compromiso contigo mismo y con tus sueños. Deja de esperar que los demás resuelvan tus problemas o se hagan cargo de tus situaciones. De esta manera, experimentarás la satisfacción de trazar tu propio camino en cada paso que das en la vida. Comprometerte contigo mismo te fortalecerá y aumentará tu confianza y autoestima.
Ejercita y fortalece tu autoestima: Escucha y siente tus necesidades. Si deseas tener una buena autoestima, es vital que consideres y valores tus sentimientos en primer lugar. Puede sonar egoísta, pero no podrás ofrecer nada a otras personas si primero no te has valorado y validado a ti mismo/a. Comenzar a quererte y valorarte marcará la diferencia contigo mismo y en la relación con los demás. Algunas personas pueden alejarse de ti porque no estás dispuesto/a a seguir complaciendo y escondiendo tu verdadera esencia. Aprende a detectar cuáles son las circunstancias o personas que no te aceptan o que hacen que te alejes de ti mismo/a.
Ten paciencia contigo mismo: Reencontrarte contigo mismo es una tarea que dura toda la vida. Es necesario que tengas paciencia en este proceso, especialmente si te habías alejado mucho de tu esencia. Volver a ser quien eres es un trabajo continuo y un gran ejercicio de desarrollo personal, crecimiento y madurez emocional. Acompáñate con amor en este proceso. Celebra todos y cada uno de los logros alcanzados y comienza a observar las cosas que te dices a ti mismo/a.
Disfruta del proceso de ser tú mismo: Seguir las opiniones y decisiones de otras personas te coloca en un papel secundario. Puede que te hayas sentido cómodo/a así durante mucho tiempo. Durante ese tiempo, responsabilizabas a otros de las decisiones o resultados. Cuando dejas de esconderte detrás del telón, ya no hay espacio para la culpa. Ahora eres el actor principal de tu vida, y aunque representar este papel te haga tomar más protagonismo, también te permitirá disfrutar intensamente de todo lo que realmente te gusta.
La conciencia de unidad: reconociéndonos en los demás
La conciencia de unidad no implica que el otro no exista, sino que lo que percibimos en los demás tiene que ver con nosotros. La forma en que vemos lo que sucede es el resultado de nuestra posición mental y emocional en el campo de la conciencia.
Desde esta perspectiva, los temas más actuales de nuestra sociedad pueden verse desde una visión integradora, reconociendo el vínculo entre nuestras emociones y el entorno gracias a una mente no dual.
La interpretación de la película Matrix como una alegoría del despertar nos invita a tomar conciencia de que vivimos en una realidad virtual que se encuentra en nuestra mente y que nos mantiene atrapados en una manera de ver y entender el mundo desde la dualidad.
La conciencia de unidad nos lleva a comprender que lo que percibimos como separado en realidad se complementa. Todo en nuestro universo está formado por dos polaridades esenciales; por ejemplo, lo masculino no tiene sentido sin lo femenino, lo blanco necesita lo negro para ser reconocido, el bien y el mal, el frío y el calor, el brillo y la sombra, entre otros. En cada par, el uno no existiría sin el otro y se dan sentido mutuamente, conformando una realidad que va más allá de sus manifestaciones.
Esta dualidad también se manifiesta en la psique humana, expresándose como personalidad, pudiendo resaltar 2 aspectos que consisten en aquello que creemos que somos, y aquello que negamos o rechazamos de nosotros mismos.
Negar esta integración nos lleva a vivir en un mundo sin sentido, lleno de miedo. Nos genera la necesidad de controlar porque vivir en la incertidumbre nos llena de pánico y nos hace proyectar lo que nos ocurre a una causa externa que pretendemos controlar.
La integración de estas polaridades nos lleva a la plena comprensión de que siempre estamos frente a nosotros mismos/as. La atracción es irracional, es una fuerza que busca la completitud, la otra polaridad para sentirse lleno y con sentido.
Las emociones, vehículos para la conciencia
Los estados emocionales son los vehículos que nos permiten conectar la mente con el cuerpo, viajando desde el consciente hacia el inconsciente para tomar contacto con nuestro ser. Es el viaje que propone "Yo soy tú: La mente no dual".
Cuando no reprimimos las emociones y las observamos, ellas nos guían a su origen para comprenderlas y darles un nuevo sentido. Entender el "para qué" de nuestras emociones puede ayudarnos a salir del victimismo y entender su valor en nuestro proceso de evolución y sanación para alcanzar el anhelado estado de paz interna.
La indagación: observar al observador
Cuando nos convertimos en nuestro propio observador, comenzamos a comprender la influencia de nuestra forma de ver el mundo sobre las experiencias que vivimos. Nos damos cuenta de que las emociones que sentimos se transforman y dejan de dominarnos para convertirse en herramientas a través de las cuales conocernos y crecer.
Este proceso nos permite iniciar la indagación, que consiste en ver qué hay detrás de todas estas emociones y encontrar las creencias que las sustentan, los programas que las alimentan.
"Tu problema no es el sueño. Tu problema es que te gustan unas partes del sueño y otras no. Cuando veas el sueño como sueño, habrás hecho cuanto se precisa hacer". - Nisargadatta Maharaj.
El siguiente paso es aceptar las emociones y aprovechar su energía para crear un vacío que permita a nuestra conciencia más profunda manifestarse en la mente/cuerpo con la solución al problema que el yo cree estar viviendo.
La mentalidad de unidad habla del despertar como el corregir la mente errónea, comprender que lo que vemos es una interpretación, que lo que pensamos no es verdad, que nuestra manera de experimentar lo que nos sucede es una opción y que podemos trascender nuestros condicionamientos y acceder a infinitas posibilidades. Es comprender para poder elegir quién ser y cómo vivir.
Este relato nos lleva a comprender que la causa somos nosotros/as y lo que atraemos o rechazamos son efectos. Nos lleva al único lugar donde podemos encontrar todas las respuestas: a nosotros mismos/as.
Entonces, inicia la búsqueda en nuestras proyecciones y sus "hijas", las percepciones. Al hacer esto, recobramos nuestro auténtico poder, el poder de decisión, de elegir quién queremos ser en cada situación de nuestra vida.
En la medida en que la autoconciencia aumenta, irá desapareciendo el apego a las cosas del mundo para convertirse en una experiencia de vivir en armonía con todos y con todo.
Podemos reconocer que el despertar es inevitable; el cuándo y el cómo, que pertenecen al ámbito de la dualidad, dependen del nivel de conciencia de cada persona.
En el instante en que bendices cada situación, sea cual sea, comprendes que en tus experiencias reside el poder de transformar tu vida, salir del victimismo y hacerte responsable de tus decisiones. Comienzas a despertar.
Esto se consigue reconociendo en los demás aquellas partes de ti mismo/a que sin ellos/as no podrías ver. La auténtica espiritualidad es comprender que la Unidad se expresa en la dualidad para reconocernos como auténticos creadores de nuestras vidas.
Reflexión final
Este artículo busca inspirar una forma de ver los temas más actuales de nuestra sociedad desde una perspectiva integradora, donde resalta el vínculo entre nuestras emociones y el entorno.
Siempre nos relacionamos con nosotros mismos/as a través de los demás. Así es como se expresa la unidad en la pluralidad.
En este mundo dual, es importante tener siempre en cuenta que 1 + 1 = 2, pues así lo determinan sus leyes. Aunque lo fundamental es que en nuestra conciencia tengamos siempre presente que 1 + 1 = 1. En esto consiste el mundo o la mentalidad de unidad.
Vivir en esta conciencia nos permite integrar los opuestos y comprender que todo en el universo se complementa. Es un llamado a dejar de vivir desde el miedo y el control para abrazar nuestra esencia y despertar a la plena conciencia de quienes somos realmente.
Descubre cómo atreverte a ser tú mismo/a, conectando con tu esencia y viviendo desde una conciencia de unidad. Aprende a valorar tu punto de vista, comunica de manera asertiva, asume responsabilidad de tus actos, fortalece tu autoestima, aprende a usar tus emociones son vehículos para la conciencia y la indagación para crecer. Abraza la mentalidad de unidad para integrar los opuestos y vivir una vida auténtica y plena.
Un gran abrazo cuántico, de tu amiga Andrea